domingo, 2 de noviembre de 2008

El paraíso para unas es el infierno para otras



Cuando se trata de vivir en una sociedad que impone estereotipos a seguir, y que obliga a tener una posición económica estable porque sino te excluye, se pueden llevar a cometer muchos delitos, algunas veces penados por la ley, otras veces penados por la conciencia misma.

Los jóvenes y adolescentes son los más propensos a caer en provocaciones para subir de estrato, o como bien dicen: “para ser alguien en la vida”, esto se debe a que por la misma inexperiencia son fáciles de manipular, más aún cuando han vivido con muchas necesidades sin ser cubiertas, con resentimiento de no tener lo que los demás si, y sentir que el estudio es una pérdida de tiempo mientras el dinero fácil exista.

En la Obra “Sin Tetas no hay Paraíso”, es posible contemplar muy de cerca la realidad de Latinoamérica y la situación de Colombia que muchos no ven. El narcotráfico, la prostitución, el sicariato, entre otros, son el día a día para los que se mueven dentro de este negocio sucio.

La situación en Colombia con especto al narcotráfico es alarmante, pero desde hace muchos años es un tema que ha estado en el tapete y que difícilmente se ha podido erradicar con eficacia, ya que es una mafia enorme en la cual si estorbas o te atraviesas en los planes de los que mueven el dinero por drogas, probablemente dejes de existir en poco tiempo. Es difícil ir en contra de una corriente tan fuerte como la del narcotráfico, si te atreves a enfrentarlo en el caso de las autoridades, tienes que estar consiente que estas arriesgando tu vida.

Los hombres que están a la cabeza de una movilización de dinero tan grande como la que existe producto de la venta de drogas, siempre son personas que han tenido carencias desde jóvenes y que lamentablemente han sabido lograr un negocio que los mantiene en un país de las maravillas que ni ellos se imaginaron. Lamentablemente, porque no fueron capaces de desempeñarse en un ámbito que hiciera un bien a la sociedad, sino todo lo contrario hacerse millonario mientras otros desgastan sus vidas con las drogas. La mafia colombiana de drogas es más que un problema social, es parte de la sociedad, porque siempre ha estado presente y se ha tenido que lidiar con ella durante mucho tiempo, por ende es de suponer que es un mal que pica y se extiende y que en ese negocio si no haces lo que te ordenan te mueres.

Por otro lado está la ola enorme de prostitución que invade a toda Latinoamérica pero que se evidencia claramente en la obra colombiana ”sin tetas no hay paraíso, ya que nos muestra una realidad clara de lo que significa ser una mujer joven y de bajos recursos económicos en Colombia, esto se debe a que a que hay muchos complejos de inferioridad y de resentimientos, que hacen que se conviertan en mujeres con puros intereses directos en conseguir dinero fácil y negarse a la posibilidad de obtener un trabajo digno que las haga surgir, o mejor aún un trabajo digno.

La ambición por tener cada vez más de lo que ya tienes, o tal vez los deseos de tener más y cada vez más dinero, puede llevar al ser humano a cometer cualquier locura con tal de poder como erradamente dicen “cumplir sus sueños”.

En la obra “Sin tetas no hay paraíso” la protagonista es una joven de 17 años (Catalina), quien al verse envuelta en una vida de pobreza, se ve tentada a la posibilidad de surgir a como de lugar y haciendo todo lo que fuera necesario para lograr tener una vida llena de lujos, placeres y bienes materiales que a fin de cuentas conforman un espectro totalmente banal y superfluo que al final no la llenará de absolutamente nada de lo que pudo obtener escogiendo seguir adelante con su vida al lado de su familia y continuar sus estudios.

La trama de la historia se desarrolla en Pereira Colombia, y además de mostrar la mafia del narcotráfico y la red de prostitución que ataca el país, también muestra la cruda realidad de los asesinatos premeditados o sicariatos que azotan a la ciudad y a Colombia entera.

La historia de Catalina, muestra la mentalidad actual de las jóvenes que se ven influidas por el resto de muchachas contemporáneas a ella, que viven de su cuerpo, y lo superficial es lo principal, una cara bonita, el mejor cuerpo, los senos grandes, curvas, en fin una cantidad infinita de detalles físicos que son el trampolín para llegar a tener dinero a cambio de sexo y maltratos de cualquier tipo que deterioran el equilibrio psicológico de cualquier mujer.

El desarrollo de toda la obra se basa en la obsesión de Catalina por conseguir una operación de busto para lograr ser como el resto de sus amigas, quienes aunque ya la ofrecieron en muchas oportunidades a hombres que controlan el negocio de las drogas y manejan mucho dinero sucio, no la aceptan entre sus mujeres predilectas, ya que como requisito además de ser bonitas, tienen que tener senos grandes y ser voluptuosas.

Catalina continúa su lucha por el dinero para conseguir la operación de senos que tanto anhela para tener a su lado hombres que la llenen de joyas, dinero, placeres materiales y mil cosas que ella deseaba desde pequeña.

A fin de cuentas Catalina, logra conseguir la operación del busto, con un médico corrupto que lo único que hizo fue aprovecharse de ella y además colocarle unos implantes ya utilizados por otras mujeres y también de contenidos diferentes, es decir no eran compatibles entre sí, lo que le generó a Catalina una reacción terrible y que afecto profundamente su salud. Catalina tuvo que someterse a una nueva operación para extraer los implantes mamarios y aunque el médico le explicó las condiciones en las que se encontraba su salud debido a la anterior operación que le habían practicado, ella decidió que necesitaba obligadamente tener sus senos de nuevo porque estaba tan convencida de que su busto era la causa de su triunfo y de que sin ellos no era nada.

Logró colocarse las nuevas prótesis, pero su ambición fue tan grande que decidió ponerse una talla más grande a las anteriores, ocasionándole una recaída y tener que entrar otra vez a quirófano para extraerle las nuevas prótesis. A fin de cuentas Catalina quedó sin “Tetas” y lo que es peor, alejada de su familia, su hermano murió a causa de su trabajo como sicario, y además de eso se vio traicionada por su mejor amiga (Jessica), quien se quedó con su esposo y la dejó en la calle sin dinero, y sin techo donde vivir.

Al finalizar la historia Catalina se quedó sola, deprimida y nunca tuvo la oportunidad de conocer que en la pobreza o en la riqueza lo único importante son los valores de la familia, el quererse a sí misma, aceptarse tal como se es, y sobre todo saber que es importante superarse en la vida y buscar por su propio esfuerzo y con ganas de luchar y salir adelante, por un futuro digno por el cual pueda llenarse de orgullo y decir fielmente que lo que eres es producto de tu esfuerzo.

Catalina murió por haber planificado ella misma su muerte, estaba desesperada y obviamente muy sola, aunque hubo una persona finalmente que se enamoró de ella y logró ver en ella más allá de su cuerpo, ya era demasiado tarde porque ni ella misma podía continuar con esa mentira de vida que se había construido, y tan llena de golpes que la misma vida le fue cobrando poco a poco.

Esta es una reflexión muy grande para toda la juventud y público en general de América Latina , porque no, del mundo entero, en la calle hay cualquier cantidad de males que nos pueden atacar, de tentaciones que nos hacen dudar pero sobre todas las cosas, la dignidad, el respeto y vivir honradamente es una opción que no se negocia con dinero, drogas, ni acabando con la vida de los demás.

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